27 de septiembre de 2010

Atleti 1 - Zaragoza 0. Las siestas pueden costar puntos.

Es una lástima que, lo que podía haber sido un partido de lo más plácido y cómodo que se pueda haber recordado en el Calderón a lo largo de su historia, al final, y debido a la incertidumbre del resultado, se convirtiese en un absurdo sufrimiento más de cada día. Y eso que el primer tiempo decía precisamente todo lo contrario, porque fue, de hecho, prácticamente un paseo militar por parte nuestra.

El Atleti salió fresco, dinámico, veloz y dominador total del encuentro. Sin hacer encaje de bolillos, pero el equipo estaba presionando bien, atacando correctamente, y De Gea fue un simple espectador del espectáculo. Por su parte, el Zaragoza, es cierto que no estaba tampoco mal plantado en el campo, pero un equipo que juega sin delantera difícilmente puede conseguir inquietar a nadie. Y a mí la impresión que me dio ayer el equipo maño fue esa: que su delantera era un conjunto vacío. Mención especial para el tal Marcos ese, el colombiano. Igual luego es un fenómeno, pero yo, tras lo que contemplé ayer, dudo siquiera que sea un practicante profesional de este deporte.

Otra buena noticia: al fin se acabó el misterio de los misterios. Luis Filipe existe, y, visto su buen rendimiento de ayer y las declaraciones posteriores del chaval, una vez más nos la tenemos que envainar todos y darle la razón a Don Quique Sánchez Flores, que es el que sabe de esto. Gracias a una excelente internada suya llegó el tanto del infatigable Diego Costa, que sigue apuntando cosas buenas y malas prácticamente por igual, con lo cual, habrá que seguir observándole.

Pero las siestas, a veces, si abusas de ella en exceso, pueden resultar chungas. A mi me gusta siempre dormirme (cuando tengo tiempo, es decir, prácticamente nunca) tres cuartos de hora como mucho, porque si la hago más larga, me despierto fatal, abobado perdido, y encima, con una mala hostia encima que no hay quien me aguante. Algo parecido a lo que le pasó al Atleti, que salió algo atolondrado en el segundo periodo.

Y, como todo lo que puede ir mal siempre puede acabar peor, apareció Muñiz para hacer de las suyas, e inventarse una cesión de Tiago cuando este cortó un balón que fue a parar a las manos de De Gea. Tras la señalización del libre indirecto a favor de los maños, ocurrió lo que siempre pasa en este tipo de jugadas: quince horas para sacar la falta, tíos que se mueven para un lado, tíos que se mueven para otro, discusiones por doquier, tarjetas amarillas a todo quisqui que está en la barrera, que si tiro, que si amago, que si me adelanto, que si la mando al limbo, que si el árbitro la manda repetir, que si otra vez movida, que si tiro, media hora perdida ya, que ahora sí que tiro, que no, que vuelvo a amagar, que si al final termina dando en la barrera porque acaba poniéndose en donde le sale de los mismísimos … Da igual quienes sean los equipos protagonistas, siempre se repite la misma historia. En todos los encuentros ocurre lo mismo. Espectáculo tragicomediesco en su más puro estado.

Trankis, que aún falta la guinda al pastelr. Había que rodar el scketch que vamos a presentar homenaje a la estupidez humana, y quién lo iba a protagonizar si no … El de la cabra y el organillo, hombre … Reyes quiso hacer honor a esa frase de quien tuvo, retuvo, se puso el disfraz de coche de choque, y, como si chiquillo en la Feria del Pueblo se encontrase, decidió ir a por Contini y chocarse a su manera con él. Obviamente, le vio hasta San Pedro bendito, y a la puta calle por gilipollas. El Atleti se quedaba con 10, y tocaba sufrimiento. La tragicomedia entra en su pleno esplendor.

Pero, lo que son las cosas, aún así, las ocasiones más claras las tuvo el Atleti frente al desesperante Zaragoza, que nunca aprovechó su superioridad numérica para intentar 2 contra 1 por banda, por poner un ejemplo. Godín pudo poner el 2-0 (Doblas realizó una espléndida parada), el Kun lo tuvo en sus botas pero remató horrible. Y, para más épica, el propio Godín se lesionó en una rodilla faltando 5 minutos para el final. Así que el Atleti terminó con 9,5. Daba igual. Yo creo que si nos hubiésemos quedado con 5, el Zaragoza sería incapaz de hacernos un tanto. Como si lo viera …

La verdad, tengo muy buenos amiguetes en tierras mañas que me vienen advirtiendo de que se huelen el descenso sin remisión posible. Tras lo que vi ayer, uno va a dejar de intentar animarles porque hay cosas que saltan muy a la vista, un tampoco es cuestión de decir que algo es verde cuando estás viendo claramente que es negro. Un equipo no puede jugar sin delantera. Mal panorama les espera.

Y así acabó el partido. Un encuentro que debió de ser una victoria cómoda y tranquila, hizo que mi esofaguitis me hiciera de las suyas como me pasa cada vez que me pongo nervioso, pasase una segunda parte de aúpa. Pero bueno, lo importante es que ahora valoraremos el punto conseguido en Valencia, que tras los 3 de ayer, francamente, a mi me sabe a gloria bendita.

EL CRACK DEL PARTIDO: Filipe. Tras lo contemplado ayer, está claro que ha merecido la pena la espera. El propio jugador reconoció que vino muy falto de forma y le dio las gracias a Quique por el plan específico que ha seguido con él y que le ha permitido debutar prácticamente en plenas condiciones físicas. Se acabó el expediente X, pero no se preocupen, que ya nos encargaremos de buscar otro. La guadaña hay que tenerla siempre lista.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: El de la cabra y el organillo, el señorito Reyes. Parecía que el lado bobo del utrerano lo habíamos aparcado definitivamente, pero ayer tuvimos la desgracia de comprobar que no, que aún quedan resquicios de la enfermedad. Sin sacar el tema en exceso de quicio, pero mano dura, Quique. Mano dura.

ÁRBITRO: Muñiz. Hubo un par de posibles penaltis en el área maña, uno en un claro empujón sobre Domínguez a la salida de un córner nada más empezar el encuentro, y otro sobre Diego Costa acabando el primer periodo de Contini. Luego vino la invención de la cesión, que nadie más que él puede interpretar así. Solamente acierta en la expulsión del bobito, así que, en líneas generales, mal arbitraje del sr. Engominao, que tenía la triste marca de que el Atleti no había ganado nunca con él como local. Menos mal que era ese irreconocible Zaragoza el que estaba enfrente, que si no, ayer hubiese puesto una muesca en su revólver más.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO: (0 grados).

No se toca tampoco esta semana. Si no ganamos al colista en casa, mal camino llevamos. Y aún así, nos complicamos en exceso la vida.

Y el jueves se presenta partidazo de los buenos en el Calderón, frente al Bayer Leverkusen que anda bastante bien en la liga alemana. Bajo ningún concepto nos podemos permitir un tropezón en el Calderón. Lo de Hamburgo fue demasiado bonito como para tirarlo tan pronto por la borda. No debemos fallar. ¡FORZA ATLETI!


23 de septiembre de 2010

Valencia 1 - Atleti 1. Uno del Atleti, uno del Valencia.

“¡¡EEEEHHHHH!” – exclama mi buen amigo Teo, valencianista de pro él, todo indignado -. “¡Qué el Valencia jugaba en casa, tienes que mentarnos primero! Ya estamos con las parcialidades a favor de los madrileños mesetarios y blablablá” … Venga, va. Pues uno del Valencia, uno del Atleti, Teodorín. Pero no se me enfade usted ya siquiera por la primera línea, jo …

Uno del Valencia dirá que vaya cómo estaba Mestalla ayer. Siendo el partido a la hora que era, día entre semana, vaya llenazo hubo, qué ambientazo, vaya afición que tienen … Uno del Atleti, sin embargo, creerá que algo de expectación también habrá levantado él, que para eso es el vigente Campeón de la UEFA League y de la Supercopa Europea, y que seguro que allá en el quinto pimiento fijo que habrá seguidores del Atleti, como todos los años, vamos ...

Uno del Valencia pensará que vaya primer tiempo malo malísimo malo que hizo su equipo. Que apenas tuvo el control del partido, y que así no se puede ir a ningún lado. Uno del Atleti opinará que vaya fenomenal primer tiempo que se ha marcado el equipo, con una defensa rayando la perfección, un centro del campo participativo y mandón, y unos delanteros que presionaron hasta decir basta cuando el Valencia intentó sacar el balón controlado desde atrás, maniatándoles por completo.

Uno del Valencia se cagará en todos nuestros muertos porque siempre les metemos un gol de contra a la salida de un córner a favor suyo, ya estamos otra vez, no puede ser, que encima Costa (no sé si Diego, Pedro, Toni, Alfredo o Wenceslao … uno de los 88 Costas que había ayer en el campo) se traga el balón miserablemente, que no se puede regalar eso, hombre … El del Atleti, como no puede ser de otra forma, estará encandilado con la contra que llevo a cabo su equipo, rememorando el mejor Atleti de los años 70 y su fulminante-fulgurante contragolpe (Forlán hace un inicial mal control que parece que va a echar todo por la borda, se inventa un cambio de juego maravilloso de 50 m. lo menos, Antonio López lo cede tras excelente control sobre Simao, que si la paro con una pierna, que si defino sin piedad con la otra … qué gol, por Dios … Don Marcel Domingo seguirá orgulloso allá por donde ande).

Uno del Valencia pensará en el descanso que debería de haber empatado el encuentro antes del mismo, que ahora la cosa se pondrá jodida de verás, ya verás, ché, que estos del Atleti a la contra nos machacan, son peligrosos de la hostia … El del Atleti, por el contrario, opinará que deberíamos de haber aprovechado mejor tanta superioridad, que luego nos pasa lo de siempre, que vaya gol que falla Forlán, a puerta vacía, que Diego Costa es un jugador indefinible, que además sigue con el tornillo flojo, y que ojito, que el Valencia saldrá a por todas en el descanso, ya verás como saque al Pablo y al Soldado, ya …

Uno del Valencia nos comentará que vaya segundo tiempo que ha hecho su equipo, que así sí, que qué manera de embotellar al Atleti, que no se puede perdonar tanto, que quizás emplearon demasiadas rotaciones para afrontar un partido así, pero que da gusto cuando el Valencia vuelca el campo de esa forma hacia la portería contraria, que suerte tienen esos mesetarios y el imberbe portero ese que tienen, nano … El del Atleti, como es obvio, lamentará la nueva ocasión fallada por Forlán (o quizás más bien, sacada in extremis por el dichoso Maduro, jugador que siempre se sale en sus encuentros contra el Atleti … y dicen que no vale para central, jo). Dirá que el equipo se desfalleció clarísimamente a nivel físico, que Quique estuvo lento con los cambios viendo el panorama, que, encima, sacó a uno de los pocos que estaba sujetando con alfileres al equipo (Raúl García), aunque, eso sí, contemplará orgulloso el nuevo recital en apenas 3 días de De Gea, que realizó al menos tres-cuatro intervenciones prodigiosas … qué mano le saca a Mata … qué parada al remate de Aduriz … qué pasada, tronko, que pasada.

Uno del Valencia sonreirá orgulloso al ver el balón que luchó hasta lo indecible Pablo, flipará con el centro de Albelda, y se extasiará con el fenomenal remate de Aduriz al fondo de la red … El del Atleti estará enfurruñado … Cómo puede llevarse el balón un pibe desde el suelo cuando tiene a dos de los nuestros encima … Joder, ¿Y el pase del Albelda, que? ¡Pero si no ha centrado así en su puta vida, por Dios! Qué mala leche, me cago en tó …

Puede que en algo sí que coincidan el del Valencia y del Atleti: sabor agridulce, aunque por diferentes motivos. El del Valencia dirá que tuvo ocasiones para voltear el partido de sobra, nano …, El del Atleti pensará que fue una auténtica lástima que después de todo el trabajo defensivo que hizo el Atleti, a falta de 5 minutos, llegase el tanto local, tron.

Pero bueno … Pasadas unas horas, entiendo que el del Valencia estará contento porque su equipo sigue líder, que es lo que cuenta, y el del Atleti … pues también, leñe, también … Que se sigue ahí, a pesar del calendario, que hay equipo para confiar en ellos, que lo están demostrando, y que a ver si recuperamos a la mejor versión del Kun y del Tiago, que nos vendrán como perlas.

El del Atleti … El del Valencia … “EEEHHHHHHH” … Que bueeeno, Teo, joder … Que el del Valencia, que el de Atleti … Que sí. Que jugabais en Mestalla … Valencia Atleti … Atleti Valencia … Rivalidad deportiva en su más puro estado … Y que perdure por los siglos de los siglos, oiga …

EL CRACK DEL PARTIDO: De Gea fue decisivo, sí, pero para mí aún mejor fue el majestuoso encuentro que se marcó Godín. No le recuerdo ni un solo fallo, ni una mala intervención … Un partido sencillamente impecable. Por parte del Valencia lo que más me gustó fue el equipo en sí. No hay jugadores que destaquen muy por encima del resto, pero todos tienen un buen nivel. Un equipo hecho de manera muy inteligente, si señor …

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Ayer fue un partido muy bonito, no hubo nadie por ningún lado que desmereciese el espectáculo.

ÁRBITRO: Iturralde. Jamás pensé que después de la palabra Iturralde podría poner a continuación el calificativo de bien, pero, en mi opinión, ayer sí que lo estuvo. Se le reclamó un penalti de De Gea sobre Mata que, al menos para el que esto escribe, no existió.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (0 grados).

No se toca el termómetro, aunque, yo al menos, gané en autoestima propia y en que debo de confiar más en los míos, a pesar del empate final. Pienso, sinceramente, que se lo merecen.

Y el domingo, un Zaragoza que todavía no ha ganado ningún partido. Arma de doble filo, pues. Lo dicho: a recuperar gente, y a seguir estando ahí, en nuestro sitio. Esta temporada obligado no moverse ni descolgarse. Palabra de Tomi Costa (¿Costa? ¿He dicho Costa? Son los efectos secundarios tras el encuentro de ayer. Creo que en 48 h. se me pasarán, no se me preocupen) …


20 de septiembre de 2010

Atleti 1 - Barsapasta 2. Quiero y no puedo.

¿Qué ven mis ojos? ¿Un partido en domingo a las 19 h., dices? ¡No me lo puedo creer! Y no, no puedo faltar, máxime con el día tan precioso como amaneció en Madrid. Es de esos días en los que pasear por los alrededores del Calderón es un placer sencillamente irrepetible, con miles y miles de personas con la rojiblanca puesta de aquí para allá. Y luego, una vez entras al campo, y ves esa grada repleta completamente de camisetas del Atleti por todos lados, hace que uno se transforme y se prepare especialmente para vivir un partido de los de verdad, de los que gusta de ver, saborear y disfrutar desde el primer hasta el último minuto. O eso pensaba, claro está (pero qué ingenuo puedo llegar a ser a veces, Dios).

Porque el partido en sí resultó infumable para el que esto os escribe. La desigualdad que hubo sobre el terreno de juego se demostró desde el minuto uno hasta el 90. Y si el resultado no fue más abultado a favor de los blaugranas, fue por la excelente actuación que tuvo De Gea, el único de los rojiblancos que estuvo a la altura del partido esperado.

Uno, recordaba con los colegas de grada partidos anteriores, y tenía la imagen de ver a un Atleti eléctrico, presionante, valiente, decidido, fluido y rápido, siempre muy rápido. Sin embargo, ayer, por la intensidad con la que afrontó el partido, más parecía que se estaba disputando mi añorado Villa de Madrid que otra cosa. Era un Atlético apático, conformista, dejado a su suerte, timorato, sin personalidad, como queriendo conquistar el Everest en patinete, sabiendo que lo que iba a afrontar era un reto imposible de realizar.. Hay partidos en los que con ver 5 minutos de juego ya sabes cómo se va a desarrollar el resto. Así paso con el encuentro de ayer.

Se adelantó pronto el Barsa con un gol de Messi, pero ni siquiera eso despertó al Atleti. Empató diez minutos después Raúl García a la salida de un córner, pero tampoco eso despertó al Atleti. Volvió, otros diez minutos más tarde, a adelantarse de nuevo el Barcelona en un córner en el que Piqué le dio tiempo a parar el balón, acicarse un poquito el pelo, posar para la foto y fusilar sin piedad desde dentro del área, y tampoco eso despertó al Atleti. El Calderón intentó rugir y espabilarles del letargo durante toda la tarde, pero el Atleti era como yo un domingo por la mañana después de una noche de copas. Me doy la vuelta para un lado, la vuelta para el otro, pero no me mueve de la piltra ni la Schiffer realizando un strip-tease en mi habitación.

¿El Barsa? Pues el Barsa jugó bien, pero no demasiado bien. Tampoco le hizo falta apretar más el pedal, supongo. Y aún así, nos pudo golear (y debió hacerlo, de hecho). Y eso a pesar del esperpéntico traje con que salió al campo el Barcelona (feo, ero feo de verdad). El Atleti, por su parte, siguió sin terminar de desperezarse en la segunda parte, aunque algo (muy poco) más espabilado si estuvo. Pero, en el fondo, fue durante todo el rato una demostración de impotencia supina. Como si Quique les hubiese dicho que no malgasten fuerzas para ganar este partido, que no tenemos nada que hacer. Y al pie de la letra que se lo tomaron los chavales, oiga. Y así transcurrieron los minutos, viendo ocasión tras ocasión marrada por el Barsapasta, hasta que a Ulfaljusi, en una demostración clara de impotencia, decidió hacer la tontería del día y se autoexpulsó del terreno de juego. Me jode porque no es un jugador ni mucho menos violento, pero, obviamente, jamás podré aplaudir su actitud en esa jugada. Eso sí, me hubiese gustado la misma firmeza arbitral el pasado sábado en Bilbao, pero bueno, ese es otro cantar.

Eso sí, prepárense para la campañita de marras que nos espera en contra del bueno de mi tocayo. Ya ayer estuve vomitando sangre amargamente escuchando a 15 millones de tertulianos, a esos mismos que, curiosamente, hace apenas 7 días, apenas si dijeron esta boca es mía cuando pasó el tema del Kun, qué cosas.

¿Y la grada, qué hacía mientras? Pues la grada estaba confundida, oiga. Porque desde el campo, por ejemplo, desde mi posición, la jugada no pareció ni falta (y no, solamente me había clavado un gin-tonic, ni más, ni menos). Y al final la tomó con el argentino en un gesto muy feo por nuestra parte. Si criticamos a San Mamés por la pitada al Kun cuando salió en camilla la semana pasada, debemos de ser consecuentes y no emborronar la atronadora ovación que se llevó Iniesta cuando salió del terreno de juego silbando, insultando y mofándose de un jugador que sale lesionado en camilla. Mal, muy mal ese detalle por nuestra parte. En el fondo, no dejó de ser una muestra de impotencia más, como la de nuestro equipo. Todo el partido fue igual, un quiero, pero no puedo. Y ayer hasta dudé de si los jugadores del Atleti realmente quisieron.

Y colorín colorado, este cuento se a acabado. La marea rojiblanca abandonó el estadio más bien resignada que otra cosa, y eso es, precisamente, lo peor que nos puede llegar a ocurrir. Porque esa resignación nos puede terminar sumiendo en la mediocridad más absoluta. Y eso sí que no hay Dios que lo aguante.

EL CRACK DEL PARTIDO: Sin lugar a dudas, David de Gea, por nuestra parte. Realizó 4-5 paradas de altísimo nivel técnico. Un porterazo como la copa de un pino. Y, por parte blaugrana, pues se puede escoger a gusto del consumidor casi a cualquier jugador, la verdad. Que si Busquets, que si Puyol, que si Iniesta, que si Messi, que si Villa, que si Piqué …

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Raúl García estuvo horroroso toda la tarde (a pesar de su tanto) pero hoy tengo que ser consecuente conmigo mismo y darle el premio negativo a Ufaljusi. Pero es que además eres tonto por partida doble, porque encima hacérselo a quien has tenido la osadía de hacerlo … No sabes dónde te has metido, hermano.

ÁRBITRO: Fernández Borbalán. No le culpo absolutamente de nada, pero en todas las jugadas divididas o con dudas, tuvo siempre muy claro hacia donde inclinar su balanza particular. Pues nada, que le aproveche, oiga.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (0 grados).

Lo bajo los 3 grados que lo subí la semana pasada, y más por la derrota en sí (que nadie se engañe, el Barcelona está hoy por hoy 2-3 escalones por encima nuestra, lo siento, es lo que hay), es por la poca ambición, lo frío que me dejó y lo poco que me transmitió el no-juego del Atleti el pasado domingo. Desde luego, así no vamos a ningún lado.

Y el miércoles, vamos a casa del líder. Si, el auténtico líder, no ese ficticio con el que nos estuvieron dando la barrila durante todo el puto sábado por la noche. Y es que hay cosas que, definitivamente, nunca cambiarán. En teoría, supongo que este encuentro sí que entrará en los planes de los señoritos el intentar algo. Veremos si se da la talla. Y sí. También se puede perder en Mestalla. Pero, por favor, demos otra imagen. Seamos un equipo valiente, agresivo, decidido, rápido. Volvamos a ser lo que somos: el Atleti.


17 de septiembre de 2010

Aris Salónica 1 - Atleti 0. ¿Quién dijo que esto iba a ser fácil?

¿Alguien me puede comentar si alguna vez recuerda al Atleti jugando con el puto trivote y ganó ese partido? ¿Por qué tirar así 45 minutos a lo tonto? ¿Tiago mediapunta? ¿Seguro? ¿Fran Mérida, banda derecha? ¿Seguro? ¿Por qué cuando algo funciona el ser humano tiende siempre a joderla? ¿Jugará Luis Filipe alguna vez algún minuto con la camiseta rojiblanca, o es un fichaje para el Madrileño, y no nos hemos enterado? ¿Valera tiene categoría para jugar en el Atleti? Mejor dicho, ¿Valera es jugador realmente de fútbol? ¿Forlán hizo ayer un casting para la serie de “Perdidos” (y no lo digo porque lo hiciera mal ni que no lo intentase, sino por lo solo que se encontraba)? ¿Diego Costa, es un buen delantero sin gol, o sin gol no hay buen delantero? ¿Por qué el Atleti defiende los córner sin que haya un pibe en el primer palo? ¿Cómo puede ser que el Campeón sea incapaz de hacer más que 2 ocasiones de gol en todo el partido? ¿Cuánto pesaba el balón ayer? ¿300 kilos? Entonces, ¿Por qué éramos incapaz de llegar siquiera en los córners? ¿Volvemos a las mismas putas gilipolleces de siempre? ¿Simao vuelve a su estado de hibernación de la temporada pasada? ¿Nuestros titulares, son muy titulares? ¿Nuestros suplentes, muy suplentes? ¿Ha evolucionado en algo el fútbol de Cúper, o sigue inmerso en la época de las cavernas? ¿Qué coño pinta el tal Javito ese en la liga griega (golazo, pero golazo, de los de verdad)? ¿Con solo presión y huevos basta para batir al campeón? ¿Y los del campeón? ¿Por dónde andaban en la primera parte? ¿Nos vamos a encontrar más estadios con ambientes tan magníficos como el de ayer? ¿No es una motivación extra, jugar en un ambiente así? ¿No tenemos los Atléticos ya el culo pelado de jugar en este tipo de “infiernos”? ¿Y ahora qué? ¿Nos tiramos ya todos desde el puente, o esperamos un poco?

¿Conclusiones? Resultado justo, aunque me jode cantidad que me gane un equipo con unos recursos tan sumamente limitados como el Aris. Estamos a tiempo de todo, no pasa nada, pero, eso sí, bienvenidos al mundo real. Que nos sirva de lección, por favor.

¿Y el domingo? ¿Qué pasará el domingo? El Barsa estaba en el suelo y terminó flotando. El Atleti estaba planeando por todo lo alto y ha pisado tierra. ¿Quién terminará levitando al final?

13 de septiembre de 2010

Atlietic 1 - Atleti 2. La solidez de un líder.

Y la prestancia. Y la eficacia. Y el saber estar. No me he vuelto loco, el Atleti sigue siendo un líder puramente anecdótico, pero, tras verle jugar el pasado sábado en San Mamés, nadie puede dudar de que también es un líder justo. Un líder eléctrico, tal y como transmite esa espectacular segunda equipación que luce esta temporada (uno es un auténtico enfermo de las segundas equipaciones de nuestro Atleti, no lo puedo evitar). La prueba era de aúpa: jugar el primer partido en San Mamés, un campo en el que el equipo y la afición local aprietan de lo lindo. Y, francamente, la primera parte no defraudó absolutamente a nadie. Fue un primer tiempo con fútbol a raudales, emoción, toneladas de intensidad.

El Athletic intentó exprimir sus armas: presión asfixiante por todo el campo, internadas por bandas, y ese ataque tan característico suyo a base de oleadas. Pero, enfrente, tuvo un equipo que derrochó personalidad sobre el terreno de juego, bastante mejor nivel técnico, misma intensidad y mucha inteligencia. Y, a los 11 minutos, asestó el primer golpe mortal. Atención, porque cuando tres genios del balón se ponen a hacer de las suyas, frótense las manos, porque algo mágico va a ocurrir. El Kun se va de dos, centra sobre Simao, este deja el balón de cara al primer toque hacia Escándalo Forlán, y el uruguayo machaca sin piedad. Pin, pan, pun, fuego. Un gol sencillamente sensacional.

No decayó el Athletic, pero el Atleti ha ganado este año en seguridad defensiva a base de bien, demostrando una fortaleza aérea desconocida tiempos ha.

El segundo tiempo resultó otra cosa. Más trabado, con más interrupciones, y con algo de juego subterráneo. Dijo el Sr. Caparros al finalizar el encuentro que Undiano les desquicia. Joder, pues si a él le desquicia, imagínense lo que puede llegar a pensar un servidor cuando ve a un cabestro (al cabestro de siempre, pásame un gramo, Gurpegui, pásame un gramo) haciendo de las suyas, con una entrada brutal por detrás sobre Agüero, y el buen árbitro pamplonica decide que ni es ocasión manifiesta de gol (se quedaba solo el argentino), ni es tarjeta roja (entrada por detrás sin posibilidad de llegar al balón), ni es penalti (comete la infracción dentro del área). Si usted está desquiciado, Sr. Caparrós, yo estoy bailando fandangos. Farruquito a mi lado es un aprendiz, vamos ... Porque si esa jugada se pita como se debió de pitar, ahí se acaba el encuentro. Ni más, ni menos.

No voy a entrar, por otro lado, con el balbuceo periolísitco de ayer y de hoy con que hay que proteger a tal o cual jugador. Eso es una puta gilipollez como la copa de un pino. No es esa la cuestión. En el fútbol tiene que haber faltas, entradas duras, y, por desgracia, hasta cabestros como el de los gramos. Así ha sido de siempre y así será. Para eso hay un reglamento, y debe de ser aplicado. Punto pelota (dios me libre de ver este programa algún día, ¿Eh? Dios me libre). Es tan sencillo como eso. Aplicar el reglamento a todos los jugadores y en todos los momentos, y ya está. Si el Kun se va en camilla, pues mala suerte. Las lesiones, por desgracia, es algo con lo que hay que contar en una temporada. No es nada nuevo. Al yonqui, expulsión, sanción ejemplar (tiempo que esté lesionado el jugador, tiempo que no puede jugar el colega, siempre y cuando se demuestre que es una entrada violenta y temeraria de verdad, como es el caso) y ya está. ¿Tan complicado es?

A todo esto, que me despisto, el Atleti siguió firme en defensa. A De Gea apenas le vimos. Buena señal, porque, con el paso de los minutos, el desgaste físico se apoderaría de los jugadores bilbaínos, y en alguna contra les pillaríamos fijo. Y así fue. Diego Costa la condujo perfectamente. Escándalo Forlán realizó un movimiento sensacional de desmarque, arrastró al defensor bilbaíno que estaba defendiendo en la última línea, y esto hizo que se quedase solo el trabajador Simao ante Iraizoz. Su primer violento disparo lo rechazó muy bien el guardameta bilbaíno, pero le quedó el balón muerto a Tiago, que, a placer, sentenció.

Al final, relajamiento excesivo, y en el 88, nuestro único despiste supuso el 1-2 de Llorente. Daba igual. El partido estaba muerto, y aún debió de quedar más, si Diego Costa (al que alguien tiene que decirle que ahora es jugador del Club Atlético de Madrid, no del Valladolid) perdió otra fantástica contra por irse al córner supuestamente a perder tiempo, cuando tenía a dos compañeros completamente desmarcados que le acompañaban en la contra. Al final no logró su objetivo, más que demostrar que a su limitadito cerebro aún le quedan bastantes ajustes por realizar. Seguimos teniendo currele, Quique.

EL CRACK DEL PARTIDO: Puedo poner casi a cualquiera de los que jugaron el pasado sábado. Entre el Kun, Forlán, Domínguez y Godín, os podéis pillar el que más rabia os de. Venga, va. Yo apuesto por Forlán. Es sencillamente entusiasmante verle jugar así.

LA DECEPCIÓN DEL ENCUENTRO: Me defraudó un poco el Athletic. Quizá pecó de ansiedad, pero esperaba más del equipo del Bocho. Colgar balones buscando a Llorente puede ser un buen recurso, no lo niego, pero nunca el único. La testiculina, la épica y demás está claro que va con ellos, pero creo que tienen mimbres para jugar mejor al fútbol y probar cosas diferentes.

ÁRBITRO: Undiano. Mi favorito, que esta vez no aprueba por su gravísimo error en la jugada de la lesión del Kun.

TERMÓMETRO ROJIBLANCO (+ 3 grados).

Lo prometido era deuda. Estrenamos termómetro en San Mamés, y le subimos 3 graditos, que no está nada mal para ser la segunda jornada de Liga. Este equipo a mi me dejó el pasado sábado un sabor de boca fantástico. Muy contento que me acosté. Pero que muy contento.

Y el próximo domingo, el Barsapasta. Partidazo a la vista. Un partido en el que puede ocurrir absolutamente de todo. Pero antes tenemos que ir el jueves a Grecia. El Campeón defiende su trono. Luego, el líder también. ¿Quién ha dicho que los lunes no pueden ser maravillosos?



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